jueves, 3 de diciembre de 2015

                                               LEYES INJUSTA

Es nombrar la bicha. ¿Leyes injustas? Las hay a montones. Cada uno de nosotros tenemos una opinión buena, mala, regular de cada ley que emana de cualquier parlamento. ¡Faltaría más! Pero no solo las leyes sino los problemas de la actualidad. El de los refugiados que dan vuelta por Europa sin encontrar acomodo definitivo encuentra tantas opiniones como países. Y cada uno de nosotros piensa en función de su capacidad de compasión o de su ideología.
Lo mismo pasa con la ordenanza municipales al comprobar cómo algunas bicis nos atropellan en las aceras, cómo los perros -cuyos dueños no pagan impuestos por ellos- nos obsequian gratuitamente en nuestras calle y se adueñan de los parques.
Pensamos en los reglamentos municipales y dudamos de si son justos o no. Hasta la alineación del seleccionador nacional de futbol. 
Cada uno tenemos nuestra preferencia y los futbolistas que se quedan en el banquillo más. Se ven llamados a la concentración y no entra en la alineación difinitíva. ¡Eso sí que es una injusticia! Es el reino de la opinión. Pero una cosa es pensar y otra hacer.
En sus intervenciones en el parlamento catalán  Artur Mas ha hecho referencia a las "Las leyes injustas se cambian por la fuerza de las gentes en la calle". También la alcaldesa de Barcelona lo ha dejado claro "Si hay que desobedecer las leyes injustas del Estado español como las del apartheid".
Me han salido tres catalanes, pero da lo mismo. Hay catalanes de todas clases y yo admiro a muchos de ellos. Estamos llegando al fondo. Cuando se confrontan democracia y legalidad es que hemos tocados fondos. Cuando en una democracia cada uno, o un grupo cualquiera, se atribuyen, al margen de la legalidad, la capacidad de cumplir o incumplir las leyes es que la democracia se ha quebrado y empieza la ley de la selva. Esto no es como los tiempos del absolutismo que grandes tratadistas aprobaban el tiranicidio. Lo decían- y lo practicaban a su forma- los terroristas, pero con una diferencia, eran los tiempos de la dictadura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario