Entonces, la derecha gaditana intentó por todos los medios sembrar dudas sobre la idoneidad de los nuevos municipios para regir los destinos de la ciudad. El miedo a los rojos se disipó pronto ante una acción del gobierno que está entre las mejores de la ciudad.
El tripartito destacó en ese mandato por afán por abrir puertas y ventanas para que los vientos de libertad regresaran a la ciudad de Fermin Salvochea, y lo lo logró.
Ahora ante un nuevo triunfo de la izquierda, que acumula 15 de los 27 concejales, la derecha gaditana vuelve a las andadas con otra campañita del miedo frente a Podemos, que resulto la fuerza mas votada y que, y que si no media ninguna mamarrachada democrática, sentará su cabeza de lista.
El Kichi, en el primer sillón de San Juan de Dios.
En esta campaña, desgraciadamente, está participando con la boca chica una parte del PSOE, el más afín a la mamandurria sevillana, que también gusta desacreditar a Podemos y a Kichi por su presunta radicalidad y alguna que otra infamia y que se siente tentado, por una cuestión de Estado,
en el PSOE de Susana Díaz, de salvar a Cadiz de esos rojos muy peligrosos.
Afortunadamente existe otro PSOE que, con algo más de memoria historicas y sin ningun miedo a la libertad, está por facilitar lo que tiene que ser y no puede ser de otra forma: un "puerta y calle" a
Teofila Martinez, con un agradecimiento por los servicios prestados, incluido puentes y soterramientos, y un nuevo tiempo para Cádiz con un gobierno municipal más cerca de los que más lo necesitan.
Quizás en poco tiempo, aparcadas las carajotadas de los primeros momentos de Podemos, esos socialistas dudoso aprecien en el nuevo equipo de gobierno la misma ilusión y las mismas ganas de cambiar Cádiz que impulsarón a Carlos Díaz , Luis Pizarro, Pepe Mena, Gregorio Lopez, Josefina Junquera, Hipolito García o Armando Ruiz, que, como es sabido, pasaron a la historia de Cadiz por ser unos rojos muy peligrosos.
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