En algunos foros ya se subraya que, incluyendo a la presidenta, cinco de las catorces personas que se sientan en el nuevo Consejo de Gobierno de la Junta son sevillanas o afincadas en Sevilla (Susana
Díaz, Mª Jesus Montero, Javier Fernandez, Antonio Ramirez de Arellano y Emilio de Llera), cifra que constituye el 36% del total y que supondría una preponderancia excesiva de dicha provincia. Ante estas criticas mas o menos velada, cabe responder que los gobiernos deben integrar a los mas capacitados para la función que deban desarrollar y no regirse por cuotas. Tampoco las terroritoriales, que sólo contribuyen a fomentar la mediocridad, el localismo y la estéril rivalidad entre las ochos provincias.Susana Díaz ha roto con algunas de esa reglas no escrita, como la de que Turismo debía recaer siempre en un malagueño por el potencial turístico de la Costa del Sol. Nadie lo duda, pero ese monopolio político implicaría una continua visión del turismo sesgada hacia el sol y la playa, sin tener en cuenta el auge del turismo rural y de interior y el patrimonial y cultural en las grandes urbes. Es sólo un ejemplo de que enfoques distintos en todas las consejerías deben contribuir a la mejor compresión de una realidad cada vez mas compleja. Si con un enfoque reduccionista nos limitamos a ver de donde vienen los consejeros de la Junta de Andalucía, no nos olvidaremos de lo más importante: hacia donde van.
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