miércoles, 3 de junio de 2015

LLEGAR A VIEJO

Con el beneplácito y la aquiescencia transcribo una acertada reflexión sobre una etapa que cada vez nos resulta mas cercana: "Durante el Renacimiento, cortesanos y humanistas se preocuparon por rescatar la belleza del mundo romano y el estudio de filósofos y otros autores del pasado. Al cultivar la  belleza, la juventud y la perfección , ese naciente espiritud individualista hará que se rechace sin disimulo algunos la vejez. Los viejos no tenían lugar en su horizonte. Es indiscutible que la vejez va inevitablemente acompañada de una merma en la facultad físicas y psíquicas, y en muchos casos, y en muchos casos de soledad (esa amante inoportuna y traicionera), pero a cambio gozan de las ventajas de la experiencia y la calma, y existen hoy en día programas de envejecimientos Activo que pretenden qyue a estas edades se retomen ciertos hábitos descuidados con el tiempo y al mismo tiempo, se pone en marcha nuevas actividades adaptadas a su situación social. Por fortuna, cada vez envejecemos mas tardes, gracias a que la calidad de vida y la salud, en determinadas culturas y civilizaciones, sea cada vez mejor. Sin embargo es verdaderamente lamentable e inaceptable que en
nuestra sociedad no se tome conciencia de la protección a este grupo de personas que tantos beneficios nos proporcionó y que permitió con su trabajo y esfuerzo tener hoy en día la libertad que tenemos y el desarrollo conseguido. Las instituciones y los políticos se han centrados, en determinadas ocasiones con acierto, pero en otras sin la debida contundencia, en conciencia, sin concienciar a la sociedad, con el apoyo de los medios de comunicación  y de las leyes, para que la violencia ejercida contra la mujer y los niños se convierta en elemento de lucha social. Desde luego, 
no está de mas decir que esto es algo en lo que hay que seguir incidiendo de manera tajante y radical. Sin embargo la violencia y el maltrato a las personas mayores son mas difíciles de detectar, pues las vejaciones son mas sibilinas y suelen producirse en ambientes familiares o residenciales poco vigilado. Resulta así complicado sacar a la luz este gravísimo problema social. Las administraciones,  con estas competencias no están respondiendo de forma concluyente y es evidente que no se realizan los esfuerzos preciso para acabar  con este lacra que nos asolas y que tampoco apoyo social tiene. Dejar a los ancianos al margen porque ya no nos sirven porque su voto para los politicos tienen escaso valor y, en el peor de los casos, maltratar física y psicológicamente  a aquellos  que velaron por nuestros sueños y nuestra educación, dar la espalda y la puñalada trapera a los responsables directos de nuestras ilusiones y esperanzas, dice mucho de la sociedad que con grandísimo esfuerzo construyeron para nosotros. No me extraña que nuestra conciencia no duerma tranquila y la que nos dé la espalda a nosotros sea nuestra propia almohada

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