ODINOFOBIA

Nada mas tienes que ir un rato a cualquier hospital para darte cuenta que el dolor es un compañero de viaje habitual de cada hombre. Este dolor que acompaña la vida de cualquier persona desde el nacimiento hasta la muerte, que guía la historia en cada época y generación, de este dolor hoy tratamos de huir a toda costa. ¿Y eso?
Quizá en otros momentos pasados la gente han estados mas acostumbrada al dolor en situaciones de guerra, de epidemia, de carestía. Hoy hemos crecido al amparo de la aspirina, del ibuprofeno y, si te descuida, de la morfina, que se nos venda como "ya no tiene por que soportar mas dolor", como si eso fuera cosa de antiguo o de masocas o de héroes.
Pero miras la realidad que nos envuelve y el dolor aparece en el que se creía más sano, en el mas rico, en el que despreciaba lo vulnerable. Y sigue comprobando el dolor físico que reaparece tras las aspirinas, el dolor moral que te desgarra el corazón, el dolor espiritual que no se toca pero se siente fuerte.
Después de bucear  en la cultura antidolor ¿dolor? No, gracias-cuando nos topamos de bruces con el, nos coge desentrenados, desorientado..."A mi me dijeron que no tenia por qué sufrir..." Pero ves que el sufrimiento aparece por mas que lo evite, por mas que lo contraprograme, por mas que lo maldigas, por mas que te haga dudar de Dios.
En 1975 Alexandre Solzhenitssin gozo de mucha fama con su "archipiélago Gulag" y su experiencia de la cárcel. Una vez le preguntaba un periodista "¿fueron años perdidos"?. Alex responder: "No, en realidad no ha sido perdido...Quizá aquellos años fueron necesarios...No es tan sencillo, hay momentos en los que digo:¡Que Dios te bendiga, prisión!.. Solo un prisionero (se refiere al campo de concentración) puede estar totalmente seguro de poseer un alma inmortal. La experiencia de un gran sufrimiento como aquel puede proporcionar un conocimiento de si verdaderamente privilegiado".
El sufrimiento es una realidad profundamente existencial que debe ser escuchada.
Como mensaje.