GIRA EL MUNDO

La vida esta cambiando, esta girando completamente, incluso dando vuelta de campana. Paul Naschy se nos fue por una negligencia medica, entre estetores de dolor, que nunca nublaran el miedo que nos causaba en la oscuridad de las salas de proyección. Se fue sin tenerse que haberse ido, pero permanece estático en la memoria, en sus dientes rugiente y en su cuerpo lleno de pelo. No había efectos especiales, ni tanta parafernalia de ordenador, en sus películas, pero daban pánico solo verle aparecer y el corazón te palpitaba y buscaba una mano amiga, donde apoyarte, porque la vida se te escapaba a cada sobresalto. La mentalidad cambia, pero no el dolor y la muerte, dados en primera plana para recordar a "los que son diferentes" que le puede costar la vida, en la voz en off de un belga, que tras cambiar su identidad sexual pidió y le fue concedida una eutanasia, por los dolorosos motivos psicológicos. Es una advertencia, una impronta, para resbalar una mano por la cara y cruzarla, para que muchas y muchos se lo piensen bien, antes de dar el paso. Pero los pasos están dado, los caminos se han cruzados y en Málaga niños y niñas de entre seis y nueve años, en números de tres, han luchados por su identidad sexual, desde las aulas, desde la visibilidad, mas dura, de dar el paso y caminar para la igualdad. No me puedo imaginar lo que deben pasar unas criaturas, cuando hay personas formadas que no se atreven a dar ese paso, por miedo hasta a respirar. No se si saben lo que es un colegio, para sentirte y saberte diferente, pero además un concertado, un uniforme y un cambio de identidad sexual, de alguien que aun no ha cumplido los diez años.
Pero supongo que para eso está ATA y Mar Cambrollé, que sufrió en carnes propias y que luchará con uñas afiladas y perfectamente lacadas, para que nadie lo tenga que pasar. Y ahí esta peleando contra los perjuicios, la mala leche y la ignorancia, de no saber que se nace con los ojos verdes y la mente puesta en una identidad sexual, que lo mismo no va acorde con tu biología. Y es la cabeza la que importa, igual que con todas las cosas valiosas como el amor, la esperanza y la voluntad. Nadie mejor que en un concertado debería entender eso, nadie mejor que creyentes, en algo que no se ve, pero que se siente y por lo que se muere, como es la fe. No es fácil entender si no se siente, ni se cree, si se muere por ello Afortunadamente, la administración andaluza si lo ve y lo siente y ellos, lo que quieren, podrán ir de uniforme, con pasada o al servicio que su mente, su vida y su entretelas, les diga que tienen que ir. No a los ignorantes, que los que lo ven diferentes, les ordenes.