¡ MANOS ARRIBA, ESTO ES UN BANCO !

Que la toda poderosa Banca y el dinero manda en España, no es algo nuevo de lo que debamos sorprendernos. Que hay una verdadera persecución contra los manifestantes que osan salir a la calle para pedir que le devuelvan su dinero. ¡Que se haba n creído!
es un hecho constatable por la noticia de prensa día a día. El otro día sin ir mas lejos fue condenado un preferentista que llamó "gorila" a unos policías en Galicia.
De nada sirve que el preferentista dijera al juez que perdonara sus palabras en la tensión del momento, que llevaba dos años parados, tenia cuatro niños en casa y a los abuelos, y el banco le había "soplado" todos sus ahorros. La justicia no entra en esas consideraciones de índole subjetiva. Ni la Administración de Justicia ni la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra que acaba de remitir varias multas por exceso en sus reivindicaciones a Xulio Vicente, portavoz  de la Plataforma de afectados por las preferentes de la Comarca de Baixo Miño, y, una de las caras mas visible del enfado y de la indignación contra los dirigentes del PP de allí.
Tanto extremaron el celo en multarle por todo, que una de las multas le llegó como supuesto organizador de la protesta ante una visita de Feijóo a Mondari-Balneario. Lo que es escandaloso es que pese haber acreditado por un subdirector de una oficina bancaria que a la hora de la manifestación a las 12:40 h, y pese haber presentado un comprobante que acredita que ese mismo día a media mañana estuvo en la oficina de seguro de Vigo a recoger el citado cheque por el que le abonaban un siniestro de automóvil que había sufrido.
Pues bien , todo eso le da igual a la Subdelegación  del Gobierno y le confirma la multa. Pone más ejemplos, como la multa por convocar una manifestación en A Estada que en realidad gestiono la Plataforma Local o la sanción por tirar cohetes en otra manifestación en Tui, que el niega de plano.
No he visto, sin embargo, que el Gobierno haya sancionado, a la cantidad de bancos que en nuestro país han desvalijado a nuestros mayores y clases mas desfavorecidas, birlándoles los ahorros de toda una vida de trabajo y sacrificios a una edad donde ya no tienen ni fuerzas ni ganas para poder recuperarse económicamente al estar la mayoría de ellos jubilados.
Nos encanta escuchar a los directores de bancos, como justificándose de lo que ha pasado, con el simple argumento de que: "eran instrucciones que recibieron de su Dirección de zona".
Lo de siempre: la política del ventilador, de esparcir los excrementos, todo vale con tal de no asumir la responsabilidad de los actos propios.