Fuentes de la investigación señalaron que las mayorías de las agresiones de las que se le acusa al director de los Salesianos se refieren a castigos corporales, con palizas y golpes, aunque algunos de los menores también han aludido a tocamientos superficiales de sus zonas sexuales y amenazas. El sacerdote cuyas iniciales corresponde F.J.L.L., de 40 años, fue puesto a disposición del juez de guardia durante la mañana de ayer, tras pasar dos noches en los calabozos de la comisaría provincial de Cádiz mientras los investigadores completaban las diligencias.
El juez del juzgado de Instrucción número 2 de Cádiz, Miguel Ángel López Marchena, decidió en la tarde de ayer prorrogar la situación de detención del sacerdote, debido al cúmulo de trabajo que había tenido el juzgado de guardia, por el que pasaron otros detenidos, y a la complejidad de la diligencia del caso. Por ello, ordeno que el sacerdote regresara a los calabozos de la comisaria provincial, donde ha pasado su tercera noche, para ser hoy de nuevo enviado ante el juez. Así las cosas, el detenido abandono las dependencias judiciales en torno a las 3 de la tarde, esposado y en el furgón policial.
Según fuentes policiales la medida no es excepcional y con ella el titular del juzgado pretende de disponer de mas tiempo para realizar diligencias y estudiar las pruebas antes de decidir sobre si se envía o no a prisión al director del colegio concertado.
Antes de ser detenido el religioso, fue agredido por familiares del primer estudiante que reveló los hechos y que fueron al despacho y, de un golpe, le derribaron al suelo.
Esta agresión ocurrió , según fuentes de la orden religiosa, el pasado viernes, cuando el religioso estaba en el centro, abierto también en verano para actividades deportivas y de ocio de sus alumnos.
AGREDIDO POR UN FAMILIAR
Al parecer, los familiares de uno de los estudiantes llegaron al centro después de que la noche anterior, un menor enseñara a sus padres los "whatsApp" que el director del colegio le había enviado. Escandalizada por las comunicaciones que el sacerdote mantenía con su hijo y con otros compañeros del centro también por redes sociales como twitter o Facebook, la madre decidió denunciar los hechos al centro acompañada de otros familiares a la mañana siguiente. "Se presentaron en el despacho, no le dejaron ni hablar, le dieron y hasta lo tiraron al suelo", explicaron fuentes de la orden religiosa.
Tras contar a sus superiores lo ocurrido, el director del centro fue al médico para que le hiciera un parte de lesiones y decidió esperar al lunes siguiente para ir a la Comisaria Provincial de Cádiz a denunciar la agresión, una denuncia que preparó con el asesor jurídico de la orden. Al entregar la denuncia a la comisaria ese lunes, no le comunicaron que los familiares del menor habían interpuesto ya el mismo jueves la denuncia contra el, lo que arranco una investigación que llevo a su detención al día siguiente, el pasado martes.
"Estamos realmente muy sorprendido, no nos cuadra, vamos a esperar a conocer las diligencias y las acusaciones para preparar la defensa" señalo Juan Carlos Pérez Godoy, vicario inspectorial de la Orden en Cádiz. Pérez Godoy aseguro que "jamás antes" había recibido ninguna queja sobre algún comportamiento conflictivo deel sacerdote, aficionado a la magia y a los juegos y que maneja con soltura Internet y las redes sociales. "Todo lo contrario, hay muchos comentarios buenos sobre él, me han llamado un montón de chavales ofreciéndose a testificar sobre el", explico el vicario inspectorial , mientras recordaba la emotiva despedida que le brindaron los alumnos de su anterior destino, un centro de Badajoz, en un acto cuyas imágenes están colgada en el canal YouTube .
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