jueves, 19 de noviembre de 2015

                                                        GUERRA A LA VISTA

La masacre perpetrada por el estado Islámico en París y el atentado contra un avión  ruso en el Sinaí va a meter a  los países civilizados en una nueva guerra en esta ocasión, contra el estado Islámico.
Nadie puede reprochar a Francia y a Rusia que vayan a intensificar los bombardeos contra las posiciones de este grupo Yihadista en Siria e Irak. Les ampara la legitima defensa de todas, todas. ¿pero es la guerra la mejor forma de combatir esta barbarie que en nombre de Ala y su profeta se ha
cobrado la vida de 240 inocentes en dos atentados y amenaza la seguridad del mundo occidental? tal
como defendió el ex primer ministro francés, Dominique de Wille Willepin. en una televisión francesa tras los últimos atentados en París, la experiencia en Irak, Afganistán y Libia nos lleva a pensar que no.
De Vellepin, como ya hiciera en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2013, a propósito del avance de Al Qaeda en Mali, manteniendo aún hoy que los países occidentales no pueden ceder "al reflejo de la guerra por la guerra", y defiende que "la guerra perdida en Afganistán , Irak y Libia solo ha favorecido "el separatismo la aparición de estado fallido y la ley implacable de las milicias armadas". "ninguna de esas guerras ha permitido instaurar la paz regional. Por el contrario, legitiman a los mas radicales", sentencia. Esta posición , que podría calificarse de políticamente incorrecta dada la sed de venganza y de justicia que ha provocado los últimos atentados, deberían 
permitirnos, al menos contemplar algunas otras opciones para combatir al estado Islámico.
De entrada, no estaría mal acabar de una vez por toda con el conflicto israelo-palestino una fuente de odio permanente que alimenta en vena al islamismo radical y armado por todo el mundo árabe.
Para que nos hagamos una idea, allí, en esa Tierra Prometida de árabes y judíos, solo en los enfrentamientos del verano de 2014  murieron mas de 500 palestinos en la franja de Gaza y ambos contendientes lanzaron en apenas 50 días 500 cohetes balísticos destruyendo 1.500 y provocando 20.000 desplazados.
Casi un siglo de una guerra que ha dado pie a muchas otras guerras, guerras a ninguna parte que no ha alcanzado en las Torres Gemelas de Nuea York, en los trenes de cercanías de Madrid, el metro de Londres, en un periódico satírico, varios restaurantes y en una sala de fiesta de París. Pongamos la primera piedra de la paz y la reconciliación  que define también al islam, al islam que practica la inmensa mayoría de musulmanes, desmantelando el arsenal de odio de Oriente Próximo.

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