UNA MUERTE PARA REFLEXIONAR

La muerte de un aficionado del Deportivo de la Coruña en un enfrentamiento con seguidores del Atlético de Madrid debe de abrir un debate serio que analice no únicamente  qué es lo que ocurre alrededor del fútbol , sino el conjunto de la sociedad. Lo ocurrido el domingo en la capital de España va

mucho más allá de una mera trifulca entre los radicales de dos club deportivos. Los grupos se habian retados previamente a través de las redes sociales, quedando citado con fecha y horas con el único objetivo de agredirse mutuamente. No se puede hablar por tanto de un enfrentamiento con el fútbol de por medio, sino de un acto vandálico que utiliza el deporte como pretexto, como anexo de unión entre radicales de uno y otro lado. A partir de ahí, cabe preguntarse cuales son los motivos que llevan a jóvenes separados por miles de kilo metros a enviarse mensajes ofensivos a través de sus teléfonos móviles. En definitiva cuál es el motivo que les lleva a amenazarse y retarse a librar una batalla campal cuyo resultado puede derivar incluso en la muerte de cualquier de sus participantes. No cabe hacer por tanto un análisis simplista de la cuestión, ni reducir lo ocurrido al ámbito de lo deportivo, porque obviamente estas bandas organizadas reúnen a perfiles de personas mas próximas a delicuencia y el desorden publico que al disfrute que al disfrute de un espectáculo futbolístico. El tiempo dirá si este hecho luctuoso servirá para algo.