LA MANO DURA DE SUSANA DÍAZ

La presidenta de la Junta de Andalucía Susana Diaz, lo tiene claro. Si quiere que su imagen no sufra un desgaste ante lo que se le viene encima al PSOE no le queda otra que actuar con mano dura para tratar de convencer al electorado de aquello de que con la corrupción  tendría "tolerancia cero" lo prometió en agosto de 2013, cuando por entonces aún era consejera de Presidencia e Igualdad, poco antes de ser investida como presidenta. Entonces afirmó también que todos los partidos políticos tienen que actuar con "contundencia y transparencia ante cualquier caso de corrupción". Ayer dio un importante paso en esa dirección  al afirmar que "cualquier persona que resulte imputada por Tribunal Supremo o por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía va a tener que dejar el escaño". Cuando se le pregunto si se refería a los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y Jose Antonio Griñan, dijo ; "Me estoy refiriendo a todos". Las palabras de Díaz se producen después de este miércoles  la Fiscalía del Supremo considera que debe investigarse la intervención "directa o indirecta" de los aforados señalado por el juez Mercedes Alaya, entre otros expresidentes, en el diseño del fondo de los ERE. De producirse la imputación deberá tomar estas decisiones que, aunque traumática para el PSOE, serán, ante todo, positiva si los socialistas andaluces quieren recuperar los miles de voto que PODEMOS le están quitando por la izquierda.