martes, 11 de noviembre de 2014

EL PARTO DE LOS MONTES

Cuando espera de alguien que diga algo gordo y lo que resulta es una unanimidad se dice, desde la antigúedad greco romana, que el monte pario un ratón, Ahora un par de Montes ha ocupado la atención  de la opinión publica. El primero ha sido Eduardo Montes, presidente de la patronal de las grandes empresas eléctricas, que, sin cortarse un pelo, espetó eso de que "la pobreza energética es posible que no sea la más acuciante" entre las situaciones de distintas índoles de  penuria que hay en España. Claro, se puede pensar que comer es primordial, pero tener energía eléctrica para que funcione los aparatos domestico, para calentarse en invierno o para disponer de agua caliente hoy son elementos indiscutible de primera necesidad. Y cuando una familia tiene que escoger entre atender estas necesidades energética y la alimentación de los hijos o de los mayores estamos entre lo que empieza a ser parte fundamental de la alarma social del momento.
Hace unos días los diputados populares se reía cuando el líder socialista hablaba hablaba de la pobreza como principal reto a extirpa. Se habla de casi dos millones de niños en pobreza y ése sería el gran pacto que necesita nuestro país por una mera humanidad y por el propio futuro de España.  
El otro Monte - Teodoro Montes - es el testigo protegido de la Jueza Alaya,  cuya imagen está protegida por una resolución  judicial inconcebible. No se si es delito hablar de Montes y poner su imagen en los periódicos y televisión. Creo se podría cargar en día un tremendo multazo Google - imágenes - porque está repleto de imágenes de infotografiable. Allí se puede acudir, como una pagina prohibida para disfrutar de su turbadora de su turbadora efigie censurada. Se trata, en la practica, de una "suspensión provisional" del articulo 20  de la Constitución , que garantiza la libertad de expresión . Naturalmente el presidente de la Comisión de Arbitraje. Quejas y Deontología del Periodismo  - Nuñez Encabo - se le asimila a censurar ese tamaño disparate de la extrema protección del inquerellable Montes A los dos Montes y ala Jueza  le explicamos con gusto el final de la fabula samaniego:
"Hay autores que en voces misteriosas/. Estilo fanfarrón y campanudo/. Nos anuncian ideas portentosas;/ Pero suele a menudo/. Ser el gran parto de sus pensamiento./ Después de tanto ruido solo viento."                                             

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