jueves, 27 de noviembre de 2014

EXPEDITIVO, PERO NECESARIO

El Arzbispado de Granada informó  esta semana que ha retirado de varios jercicios a varios sacerdote acusado de abusos sexuales por una victima de Granada, cuando era menor de edad, que ha informado al Vaticano y que ha llegado a recibir una llamada de apoyo del propio Papa Francisco. El propio pontífice llego a pedir personalmente disculpa a la victima en un gesto que le honra y le define como máximo dirigente de la Iglesia Católica pero, sobre todo, como persona. El arzobispo de Granada monseñor Javier Martinez, lamentó ayer que no se haya "protegido la intimidad ni la presunción de inocencia" en este caso y afirmó en la Cadena Cope, entre lagrimas, que es "una herida muy grande" Tiene que haber "un juicio justo con derecho a la defensa y todas las pruebas necesarias". Es indudable que los sacerdotes acusado deben de estar bajo el amparo de la presunción de inocencia y que la opinión publica no tiene derecho a tildarle de pederasta hasta que lo diga el juez. El problema es que la Iglesia ha puesto durante demasiados años reparo y ha ocultado numerosos casos de  pederastia  para evitar escándalos y esa no es la solución. Quizá el 
Papa Francisco haya sido expeditivo, pero es precisamente lo que hace falta. Abrir las ventanas y que entre aire fresco. Regeneración. Ese es el mensaje que manda Francisco y del que deben tomar buena nota todo el mundo, y no solo la Iglesia.

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