martes, 23 de septiembre de 2014

OVARIADA

Las pedradas del toro de la Vega no son nada para lo que le cayo encima a Elegido, que se vio acosado, tronchado y saeteado, como vulgar mártir precolombiano. . Las que mueren en las plazas de los pueblos, en las inmediaciones de sus casas y en los interiores domésticos, siendo también la maza de no saber, por donde le as venido la pedrada. Nos pasa a todos cada día  y nos matamos, nos transformamos, en cosas vociferantes e indignada que claman por sus derechos, por sus preferentes o por su penurias, mientras nadie nos oye por qué recitamos arameo, en el desierto. Hay una teoría 
psicológica, que explica por qué los jóvenes le gustan tanto jugar a la consola y va no de imaginación  o creatividad,  sino de escapísmo virtual. No es mal modo de pasar una vida, no se crean, porque si te se inunda la tristeza, Juliana de Contreras, lo mas que puede hacer es subirte al Sálvame de Luxes y soltar lagrimas con todas y recoger los cuartos menguantes, a la despedida. Es lastima que los del vulgo modo no podemos, que nos vendría bien un suplemento, cuando nos acorta tanto las productividades, nos rasuran los trienios y nos roban descaradamente, las extraordinarias. Son malos tiempos para la realidad, para la bonanza, para los plebiscitos y la desobediencia civil,
que las fuerzas es forzada por un astado y haciendo cruces en valla, que nació para separar coyunturas óseas. No seria malo invadir espacio vital de un vídeo juego y creernos héroes de pacotilla  invencibles en su idiotez, de pasar horas quemando pestañas, saliéndose  la pupila en un desliz planetario, por que solo somos eso, mecanismo de irrealidades galopante. Muchos lo hacemos, no nos evadimos y cogemos paginas como milla y las parrafeamos  y nos cosemos a ellas el pellejo, que lo hemos encallado y viejo y nos sucumbe por los precios. La realidad nos invade, nos acosa y nos saetea , como a Elegido  y se nos clava en la mitad de las costillada y nos hacemos carne de cañón , hueso de puchero, panceta ahumada y carrillada ibérica, que para eso somos toro, con denominación de origen. No hemos nacido para vivir agonía, sino para disfrutar y no penar por este valle de julianadas , que no hay nada como ser niños ricos y pamplinoqui, para no entender la miseria de comerte un bocadillo a dos velas, mientras te pasa la mano por los fondillos  de los pantalones huecos.
Sálvame no es mas que una paradoja temporal, un eufemismo mítico que Pedro Sanchez ha entendido  a penado por los tuiteres mañaneros y tardio, eslabón de una cadena mortal  que nos ahoga y esteriliza, las pocas neuronas que nos hacen  el paseillo torero, al mecernos en el vientre del albero.


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