No si es mi imputado

La imputación de politicos por acusaciones de corrupción ha pasado en un tiempo record de causar indignación a ser algo preocupante cotidiano e insignificante para la opinión publica. El ultimo caso (sonado) es el de la exconsejera de la junta y exministra socialista Magdalena Alvarez, a quien la Audiencia Provincial de Sevilla ha confirmado su imputación en el caso de los supuestos ERE irregulares en Andalucia. Poco tardó el portavoz andaluz en salir en defensa d Alvarez. El portavoz parlamentario del PSOE - A, Mario Jimenez, defendio su "inocencia" y "honestidad" y afirm que "respeta pero no comparte" el pronunciamiento de la Audiencia Provincial y cree que "no se sostiene" la imputación de Alvarez. Jimenez defiende la tarea "intachable" de Alvarez, a la que "a la que no se le puede culpar". Y es que todo depende de quien sea el imputado. Cuando es del partido rival, las encendidas defensas como la de Jimenez se convierte en exigencia de dimisión. Muchas declaraciones de respeto y acatamiento, pero la justicia solo funciona cuando el imputado es de una formación contraria. El grado de sectaismo al que llegan los partidos es tal que da pie a que el propio PSOE defienda que Alvarez no cese de su puesto como vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, colocada por Zapatero y que le reporta 27-398 euros al mes, por que la cree "inocente", lo cual compete a un juez. Que luego no se quejen de la desafeccion ciudadana.