martes, 13 de mayo de 2014

La mujer real

No hay una sola mujer real, si no es como las diosas indias y anda por ahi con mas de tres cabezas y varias y varias manos y piernas, porque la mujer que hay, es cochesa incierta. Parada si que esta y seguramente es madres arrulladora de colegio y guarderia, de niño colgando de ubres secas de gana, pero rebosante de caricias. Chillona y aletargda, en el banco que estas frente al colegio o en la cola del paro o limpiando a deshoras, uñas en llaga rascando unos euros, de donde no los hay. Pude ser lista o tonta, buena o mala, que mas da, por que según y quien bizquee los ojos, así nos dará la clave para esa erudición. No hacta falta maquillaje, ni pestañas postizas, no hacia falta peluquerian porque la salitre caletera ni levante que nos seca las venas, nos tatúa en la pie, el codigo de barra gaditano. Puede que alguna esté trabajando en un geriatrico por horas o incluso en una tienda que le ha puesto papá o lo mismo es funcionaria o madre separada o lleva un bombo con altivez torera, paseando a toda vela, en el instituto en el que completa su educación. No la encontrarán  los del MIA, porque deberian buscar debajo de las piedras y ver la cara real y no la enseña, solo destella, porque es modesta y trabajada, sudada de manos inquieta y solo presume cuando nadie la ve, metidita las carnes en la luna del espejo del baño, donde se recoge la coleta, en un moño alto. Puede que esté en la universidad y sea previlegiada gacela que en tres pasillos impolutos luces su preparación o vaya a sacarse selectividad o formación profesional o este perdidamente enamorada y aún no sepa que el que brincó sobre ella, con tanta animosidad, la ha dejado preñada y ahora la va ha olvidar. Lo mismo si un bombo fuera una dicha y7 no mirando por desprecio por quienes no quieren cerrar la cuestión en una libertad de elección, lo mismo, los bombos, eran bendecidos y no sacados del intitutos como si fueran apestados o propensos al contagio de otros cuerpos, en evolución. Pero ella, la que no va a ser elegida, mira para adelante, mira fijo distante ese mar azul, en que la pario su madre que tampoco sera elegida , a la que parió su abuela, que tampoco sera elegida y todas ellas, representan mucho, de todas ellas de su herencia común. Madre, hija y abuela santa y mucho mejor que ninguna portada, lo que fuimos, lo que somos y seremos.Hartas ya de que se negocie con nosotras, que seamos compresas de marcas registrada, biberónes con tetina y empresarias delgadas que se tiñen las entradas, para triunfar, o médicos de Grey, siempre alicatada de gloria, sin despeinar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario