La llegada, el martes de los inspectores de la Comisión Europea a Gibraltar para determinar a partir de hoy las condiciones en que España está llevando a cabo con los controles en la frontera y conocer claves sobre el blanqueo y el contrabando tuvo lugar bajo un clima de gran expectación y, al mismo tiempo, siguiendo la mas absoluta discreción. Da la impresión de que los enviados de la CE tratarán de pasar lo mas desapercibidos posible para evitar cualquier tipo de contaminación en su informe. Seria interesante, en cualquier caso, que ampliasen su área de estudio mas allá de la frontera con el peñón y conociesen un poco mas a fondo la realidad de esta comarca, una situación que determina, en parte, el fenómeno que ellos vienen dispuesto a estudiar.
Independientemente de la visita institucional y la entrevista solicitada por el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, que debería ser extensiva a la primera edil de La Línea, Gema Araujo, seria interesante que los inspectores tomasen contacto con el colectivo de estanqueros, principal afectado por el contrabando, y conocedores privilegiados de esta problemática, sus métodos y consecuencias directas e indirectas.
También estaría bien que viesen de primera mano lo que los agentes de la frontera tienen que soportar a diario, pero de eso, como de las colas, creemos que van a ver poco.