LA POBREZA EN NAVIDAD

El panorama de la navidad de 2013, con el 2014 asomando por el horizonte, no es alentador. Estamos inmerso en años de dificultades sucedida en cadena, con un paro a ultra escalofriante y su perpectiva de mejorar a corto plazo. Con el paro desquiciadamente social, pobreza extendida, de nada nos vale que repiquen las campanas, cuando su tono nos inclina a la alegría. Esta es la triste y dramática situación que se atraviesa, LA Realidad escueta y descarmada.
La Navidad y la pobreza, la felicidad de algunos y la tristeza de otros.
La Navidad se supone que es una época de felicidad, donde todos compartimos y festejamos, cada uno de nosotros seguramente durante todo el año desea llegar este mesa de diciembre porque  aunque no lo creamos es un tiempo que las personas cambian y se muestran mucho mas amable de lo normal.
Lamentablemente no todos nosotros tenemos la capacidad para comprar regalos o cosas que ofrecer a nuestros seres queridos, aunque muchos dicen que la Navidad no es una época para ser materialista, este tiempo del año el mercado y la economía se mueve mas, y no tiene la suficiente capacidad económica para regalar aunque sea un detallito a un hijo, una hermana o a su mujer esto entristece.
Analicemos por un segundo, ¿Cuántas familias en el mundo no tienen lo suficientemente para pasar unas Navidades dignas?,¿as pensado alguna vez en estas familias?,¿alguna vez le ayudaste?.
La respuesta en la mayoría de los casos será que no, tampoco estoy tratando de decir que  debemos regalar absolutamente todo lo nuestro para colaborar a las familias, pero cualquier cosa sirve y aunque tu mismo diga que es el momento que uno tiene dinero ni para ti mismo, estoy seguro que algunas cosas podría hacer.
Es triste que una familia pobre salga a la calle con sus pequeños, se paren en un escaparate y ver tantos juguetes que no podrán tener, sentarse ante la televisión y que bombardeen a las criaturas con tanta publicidad de bonitos juguetes, y sobre todo con tanto jamón, quesos, lángotinos que no podrán saborear y ni siquiera oler.
Maldita pobreza y maldito gobierno que no hace nada para evitarlo.