martes, 10 de diciembre de 2013

FEDERALISMO DISCUTIDO Y DISCUTIBLE

Rubalcaba defendió el domingo pasado la reforma federal de la Constitución para contentar a los separatistas, incluidos un sector amplio de los socialistas catalanes. No es una novedad histórica que la izquierda considere la nación un concepto discutido y discutible, como dijo Zapatero. Dado su carácter revolucionario en el pasado, la izquierda buscó sumar fuerza con todos los grupos antisistema, también con los independentistas.
Como cuando en la 1º Republica (1873) apoyó un sistema federal que acabó en el delirante episodio de la independencia cantonal de muchas ciudades, entre ella Cádiz. Tras su fundación el PSOE siguió la tradición de aliarse al independentismo periférico y de aprovechar todos los conflictos españoles con el exterior para erosionar gobierno interiores según la vieja teoría leninista. Veamos.
En 1898, en nombre de la paz, se mostro a favor de la independencia colonial. En 1909 los socialistas participaron  en los graves disturbios de la Semana Trágica de Barcelona en contra de la guerra con Marrueco, Pablo Iglesias dijo que el enemigo no estaba fuera, Marrueco, sino dentro: el capitalismo franco-español.
En 1917, la alianza de la izquierda y del nacionalismo catalán se hizo para rebasar el orden monárquico  constitucional. Los catalanistas recularon ante el temor de la amenaza revolucionaria.
Por fin en 1934 , el PSOE, tras perder las elecciones organiza junto a los independentista de Ezquerra Republicana un asalto armado contra la republica que costó más de 1.300 muertos.
No todos han actuado en el Partido socialista de esa forma. Ha habido alguna excepción, como Julián Besteiro, que se opuso a la Revolución de
1934. Y sobre todo los ya socialdemócratas  que ganaron las elecciones de 1982 liderados por Felipe Gonzales, llamados "jóvenes nacionalistas españoles" por el New York Times. Ahí siguen Corcuera, Leguina, y Bono.
El propio Felipe Gonzales ha sido el único dirigente socialista que llevó a soldados españoles a una guerra exterior, Irak.
España necesita un partido socialista homologable a los europeos, que defienda su propia nación, y que tienda a pactar con el centro derecha como hace los socialdemocracia alemana, alejándose del comunismo.

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