La ley se supone, es igual para todo, pero hay casos muy gráficos que demuestran que esto no es así. El jueves por la tarde, de forma paralela a la protesta que desarrollaban los trabajadores de Navantia Puerto Real, un grupo de diez jóvenes cortó el puente Carranza y provocó varios desperfecto que obligo a cerrar el acceso durante toda la noche, con el consiguiente colapso de trafico en toda la bahía de Cádiz, este grupo fue detenido y a ocho de ellos el juez lo mando a prisión acusados de desordenes públicos daños y delitos contra la seguridad vial. Sorprende la diligencia, la presteza y la rigurosidad con la que se le a aplicado todo el peso de la ley a estos jóvenes, mientras que a los trabajadores de Navantia, que han cortado el puente en incontables ocasiones y destrozados el sistema del carril irreversible otras tantas el Subdelegado del Gobierno solo le echa en cara públicamente la cantidad de dinero que ha costados sus hechos vandálicos a las arcas publicas. Dice la madre de un detenido que su hijo esta en prisión porque es "un cabeza de turco" y visto lo visto no estas lejos de la verdad. La Bahía no puede quedar secuestrada cada dos por tres, esto yo nunca lo he defendido pero es la única forma que a los trabajadores se le escuche, pacíficamente pasan de nosotros y se rién en nuestras propias narices.
Pero hay un termino medio entre la impunidad que se le permite a los trabajadores de Navantia y la cárcel con la que de forma excesiva se ha castigado a estos jóvenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario