BATALLA CAMPAL EN BRASIL

Cuatro jóvenes  aficionados que se vieron en medio de la batalla campal durante el partido Atlético Paranaense-Vasco de Gama, se encuentra aún herido en el hospital Sáo José de Joinville. Tres de ellos llegaron a estar en coma, pero ya se encuentran estables y sin riesgo de muerte. El Vasco se jugaba el descenso y tras encajar un gol en contra se desato la ira y las peleas en las gradas. Los ultras del Vasco, conocidos en Brasil como Torcida Organizada, invadieron la grada de los aficionados locales y la imagen muestra incluso a uno de ellos golpeando a un seguidor rival con un palo de hierro con tornillo en la punta. La pelea llego después al césped.
La policía tardó cinco minutos en intervenir porque un acuerdo con la fiscalía había decretado que la seguridad del partido corriera a cargo de la seguridad privada, cuyos ochentas efectivos presente no contaban con porras y gas pimienta, materiales habituales de los agentes del estado para dispersar los tumultos violentos.
La policía se ocupa tan solo del entorno del estado o incluso el Sargento de la Policía Militar Adílson Moreira aseguró que las fuerzas del estado no son responsables porque "se trata de un evento privado".