El mejor resumen del debate de no investidura de la candidata socialista a la Junta de Andalucía Susana Díaz, lo hizo el coordinador general de IU-A Antonio Maíllo, al afirmar "quien nno la conozca que la compre". Ni las veintes medidas anticorrupción , la solicitud de reforma de la ley electoral para incluir una segunda vuelta y listas desbloqueada que exigia Ciudadanos, ni las medidas antideshaucios o el incremento del parque publico de vivienda, la reducción de cargos públicos y contrataciones de refuerzos en los servicios públicos que pedía Podemos, ni la bajada de impuestos o la rebaja del impuesto de Sucesión que exigía el PP, Susana Díaz no convence y todo hace indicar, salvo sorpresa, que mañana en la segunda vuelta se repetirá el rotundo NO de ayer. Nadie quiere retratarse y facilitar la investidura de Díaz antes de las municipales. A no ser que todo quede atado y los partidos puedan vender que han obligado a la presidenta a plegarse a sus exigencias. Ciudadanos exige a Díaz que firme por escrito y con "garantías" sus condiciones. Podemos exige "gestos", no solo palabras. También piden la marcha de Griñán y Chaves, que siguen sin dimitir. Y mientras, la candidata socialista, airada, apelaba ayer la responsabilidad de los partidos para no "bloquear" que haya gobierno. Susana Díaz no tiene derecho algunos a quejarse. En este jardín se ha metido sola al adelantar las elecciones un año por puro interés propio.
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