sábado, 23 de mayo de 2015

EL PELOTA DE LOS PARTIDOS

En estos días, a medida que se acercan las elecciones municipales y en un año clave desde un punto de vista electoral tiene especial actividad una especie que aflora en los diferentes partidos políticos que me atrevo a calificarlo como "el pelota de los partidos". Defienden a capa y espada la honestidad de sus lideres, aunque en los juzgados y medios de comunicación se ofrezcan imputaciones y evidencia de que se haya podido meter la mano. Son fieles hasta el final y hasta lloran si, tras unas elecciones, no se le da la confianza a tan amado líder. Es más, si se da esta circunstancia se le suele ver  con amargas lagrimas, que como buen pelota, hace que se vean por quien "le corresponde". Los hay en los partidos de izquierda, en los de derecha, en todos. Este pelota sueña con entrar algún día en una lista, con tener su nombre en una papeleta electoral aunque sea a partir del puesto número quince. Eso le reconfortaría su amor al líder por los siglos de los siglos. Pero no. Eso nunca llega. No sabemos que en política quien esta arriba solo mira la creación de listas electorales  desde un punto de vista de los números, de lo que puede aportar en cuantos votos o visibilidad el candidato que suma a las listas electoral. No se tiene en cuenta el grado de peloteo que en los cuatro años anteriores haya tenido. Desgraciadamente para el pelota es así. ¿Que sucede cuando llega la asamblea y ve que su nombre no esta incluido? Pues que vota a regañadientes y para no disgustar al líder pero se va para su casa diciendo que nunca aprenderá y que no volverá a pasar. Es mas intenta convencer a su entorno de que esto que le digo y trata incluso de convencerse a si mismo. Este periodo suele durar tres o cuatro días, lo justo hasta llegar la pegada de carteles. Ahí es el pelota el primero en mancharse las manos con la goma de pegar y tapando los carteles de los opositores para que el ciudadano de a pie, el que no sabe de política como el pelota, solo vea el rostro perfectamente adornado con Photoshop para quitar arrugas, manchas en la cara etcétera. Es fiel durante toda la campaña, repartiendo folletos, acudiendo actos, mitines en los que aplauden fervorosamente al líder nacional o regional a los que venera. Llega el día de las elecciones y el pelota va de inventor en mesa, con su credencial bien puesta para que luzca y se vea cuál es su partido. Si ya viene algunos de sus "jefes" del partido a votar
al colegio electoral donde está se pone tenso, da la mano con gesto solemne y le comenta que todo va bien que las gentes aprecia hasta el infinito su gran partido. El desencanto o la alegría del día viene con el recuento electoral. Si las gana se cree que es por el y si las pierde argumenta un discurso que decir en la sede del partido sobre lo que ha ocurrido. Normalmente suele decir que "no entiendo como las gentes puede votar a..." Este personaje, como les decia anteriormente, se da en todos los partidos.
He conocido varios en mi vida y, para ellos un homenaje a través de este escrito. Son partidos políticos, sin ellos no se llenarian actos ni habría aplausos  efusivos. A todos ellos gracias. Sus líderes no los mirarán a la cara pero yo si quiero ponerlo en valor. Sobre todo, por sus aportaciones en estos días en las redes sociales. Sin ellos no nos enteraríamos de lo malo que son "los contrincante" y lo bueno que es nuestro cabeza de lista. Espero quien se sienta pelota en su partido me perdone, desde un visión externa, los veo de esta forma.











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