POPULISMO PURO

El discurso en que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, abrió el Debate sobre el Estado de la Nación, fue más un resumen de cierre de legislatura y un mitín de precamaña electoral que otra cosa. Haciendo gala de un sonrojante triunfalismo y exagerando los aún muy débiles brotes verdes de la economía, Rajoy presumió de haber salvado a un país que "se hundía" en "una pesadilla" y que ahora es la nación que mas crece y la que mas empleo genera en Europa. Incluso se atrevió decir que España evito el rescate financiero (¿entonces lo de la banca que fue?) y que esa ha sido "la gran medida social de la legislatura" al margen de enorgullecerse por no haber suprimido las pensiones ni las prestaciones por desempleo. Ni un atisbo de autocritica , ningún reconocimiento a esa España real, la que crea más empleo que antes pero más precario que nunca y la que crece a costa de asfixia a base de impuestos a trabajadores, pymes y autónomos. Nada sobre la España de Caritas, la de los desahucios y las colas del paro. Una vez vendida su irreal imagen, advirtió de que todo lo logrado en su legislatura se iría al traste de triunfar las "ventoleras ideológica" y "voluntarismo mágico". A continuación prometió crear tres millones de empleo (si es reelegido) y presento medidas electoralista que llegan tarde y mal. Si lo de Rajoy no fue populismo, entonces habrá que reformular todos los tratados de política.