martes, 3 de marzo de 2015

POBRE STIGLITZ

El ser humano es como es por pertenecer a una especie de animales llamado homo sapiens . Otra de sus características depende del momento de la historia en que nace, de la familia en la que crece, de la cultura que forman sus ideas. Todo obvio, ¿no? Una de las características clave del homo sapiens, necesaria para su triunfo en la evolución de los hominidos, es su capacidad para formarse ideas sobre cómo funciona el mundo basada en muy poca información. Todos tenemos una idea,equivocada o no, sobre cómo va a reaccionar nuestros vecinos ante algo sin haber leído un libro de psicologia. No podríamos sobrevivir de otra manera y siempre a sido así. A finales del siglo XV la inmensa mayoría de la población  sabia que la tierra era plana. Lo que discutía Colón con la junta que le examino no fue la forma de la tierra, todos ellos eran lo suficientemente educados para saber que era redonda, sino la distancia entre España y China: y Colón estaba equivocado. ¿Que ha estudiado la inmensa mayoría de la población sobre economía? Nada, pero todos funcionamos. Tenemos un esquema sobre cómo funciona y lo utilizamos para tomar decisiones. ¿Ejemplo?. Hasta hace poco la mayoría de la población creía mejor dicho sabia que el precio de la vivienda nunca bajaba. ¿Cómo se forma este esquema? Un par de generaciones de españoles vivieron en época de gran inflación en la que, efectivamente, la vivienda nunca bajaba en términos nominales. Llegó un boom inmobiliario con baja inflación y cientos de miles de españoles, siguiendo su idea preconcebida, cayeron por el barranco de comprar casas a precios ilógicos. Este funcionamiento por esquemas simplificados afecta a todo ser humano. y es más grave y persistente en los que tienen cierta formación. Asombra la certeza con la que políticos, periodistas o funcionarios dicen solemnemente tontería a partir de esquema mentales anticuados. Yes que aquí aparece otro aspecto
del homo sapiens, cuando recibe una información tiende a rechazarla si esta en contra de su esquema preconcebido. Esta característica ha sido muy útil en la evolución  de la especie pero puede ser muy dañina a la hora de decidir la compra de una casa. Estos políticos, periodistas y demás tienen el problema de que leen, son gente informada sesudos.
Pero nunca han estudiados economía. Aún así si todos ellos defienden una idea, ¿qué efecto va a tener un articulo de un Premio Nobel defendiendo la contraria? Y llegamos a la situación, normal entre homo sapiens, en que no importa lo que se dice sino quien lo dice. Elegimos bando y seguimos a su flautista de Hamelín. ¿Quieren un ejemplo reciente? Stiglitz es un Premio Nobel, uno de los economistas más respetado del mundo y, además publica artículos muy accesible al publico. Pero ya no se le puede citar en la prensa español. ¿Por que? La semana pasada Pablo Iglesia fue de turismo a los Yunaites, se entrevisto con el y declaró que le gustaban sus ideas. Se acabó Stiglitz . Si alguien cita una de sus razonables ideas saltará otro diciendo: ¿Que va a decir Stiglitz, si es un tío que le gusta a los de Podemos? Y punto final al pensamiento, no se va a dedicar una neurona a pensar si es razonable lo que diga el pobre señor. Miren lo que de verdad pasa en Europa. Estamos sufriendo unas ideas económicas, el ordoliberalismo alemán, que se sitúan en un lejano lugar del espectro de ideas económicas. Pero nos estamos jugando el futuro de España para un par de generaciones y solo se discute la anécdota de si Grecia debe pagar toda su deuda o no.

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