lunes, 30 de marzo de 2015

PIOJADA

Si tienes una deuda con el fisco de mas de un millón de euros, debe de estar temblando porque te van a mandar una carta petitoria, para perjuicio de tu crédito social. Tal es así que creo que en las procesiones se va a notar mucho el temblequeo, y en los colegios públicos, ya se dice que hay algunos padres que andan temerarios. Si se confunde política con caridad, si la solidaridad va en
sobres encurtidos con siglas del partido, en vez de en platos de comida, no es de extrañar que los colegios anden empiojados. La educación no existe porque a nadie le importa un pimiento y la señorita Pepis ya estás en edad de jubilación  y aún dando clases de interina. Luce las medias del Corte Ingles, las niñas de lame y coser y las madres a las puertas del patio presumiendo "no se de que", enlutaditas y sin nota. Celia Soriano se hará mayor y tendra que esperar que esta maestra de pega, que no sacan oposiciones, dejen de dar morcilla y se vayan a su casa, como ya hicieron mucho
que se perpetuaron en los colegios, sin haber dado el callo y encima exigiendo prívilegios. La religión hace cálculos de procesiones y su sustituta cursillo de cincuenta y cincuenta euros, que ahí no valen oposiciones sino el dispendio de la iglesia. Dinero pagado por todos, sino por nosotros, que somos los que damos la peonada, lo que pasamos horas en pie rezando para seguir trabajando, para
seguir preparándonos y para que un día no no estallemos y se escuche la traca hasta en camposanto. No somos poseedores de un millón de euros, lo mismo por eso no somos estafadores ni corruptos, y 
si nos ponen una multa aunque seas de trafico, la pagamos porque estamos acostumbrados a pagar,
hasta cuando no debemos. Deberíamos limpiarnos las legañas de los ojos y ver claro, poner los pies
en el cabestrillo y hacer una cabriola, todo fuera para que esos malnacidos de piñon batido, dejeran de jodernos y se fueran a Constantinopla, a hacerse unas manoplas con las que masajearse la hiel.
Qué estamos un poco harto y un mucho cansados, es el estribillo de una chirigota que se agota en la letra que nunca escribirán de tener un millón de euros, aunque sea estafados al Estado y avisado por carta petitoria y descrédito social. Carnavales sin avales estafa de corruptos, muermos sociales que no valen para nada, mas que para vegetar, vampiricos asesinos de sueldos, de avance y origen de desterrados y subsidiados, de gente anónima a las puertas del paro. Un millón sin pagar, un millón
y otro más para sanidad, para educación y opositores que nunca ocuparán puestos de interinos, que salen baratos y son de saldo, como la cultura que se nos desgrada por los vericuetos de un sistema que nadie puede salvar, si no nos ponemos con cubo y pala, como locos, a fregar.

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