Sánchez busca afianzar su liderazgo silenciando a los barones críticos
Aragón y Valencia son las federaciones donde se verá su batalla por el poder absoluto
Pedro Sánchez ha logrado un control de la dirección federal del PSOE sin precedentes. Su victoria en las primarias superó las expectativas. Pero su absoluto control sobre el PSOE no será completo si el movimiento que le sirvió para recuperar la secretaría general no cabalga más allá de Ferraz. Tan solo Luis Tudanca (Castilla y León) y Francina Armengol (Baleares) pueden decirse afines a Sánchez, tras haber coqueteado con Patxi López en las primarias.
Su liderazgo ha heredado el punto débil de su candidatura: el poder regional. Conaquellos liderazgos que apoyaron a López se apostará desde Ferraz por dos estrategias. Bien pactos de integración (como sucederá con Idoia Mendía en País Vasco) o bien por promover sin excesivas resistencias nuevos liderazgos. Este último destino le espera a Sara Hernández, líder del partido en la Comunidad de Madrid.
Sin posibilidad de apartar a Susana Díaz del liderazgo en Andalucía, sin candidato viable contra Emiliano García Page en Castilla La Mancha y tras haber pactado con Guillermo Fernández Vara en Extremadura, la Comunidad Valenciana y Aragón se presentan como las grandes piezas que el sanchismo está dispuesto a cobrarse en los congresos regionales. La estabilidad de los gobiernos regionales está en juego.
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