miércoles, 26 de abril de 2017

                                                             RANAS EN LA CHARCA DEL PP

Presumía Esperanza Aguirre de que habiendo nombrado unos quinientos cargos a lo largo de su vida
pública solo dos le habían salido ranas. O sea corruptos. Han resultado ser mucho mas de dos. Ademas, ¡qué dos! uno era su mano izquierda (Francisco Granados) y el otro su mano derecha y sucesor (Ignacio Gonzalez). El primero mora en la cárcel , el segundo se encamina hacia ella. 
Si al Partido Popular le persigue literalmente el estigma de la corrupción y no ha sido amnistiado  ni siquiera por la defección, en 20162, de tres millones y medio de votos, ha sido por este tipo de reacciones de sus dirigentes ante de cada caso; que es asunto de unos pocos de garbanzos negros, ya
apartado de sus cargos -"esa persona de loa que usted me habla ya no está en el partido"-, y que ocurrió en el pasado.
Bueno ni son pasados ni garbanzos sueltos. Ignacio Gonzalez fue aupado a la presidencia de la Comunidad de Madrid en 2012. Ayer mismo, como quien dice. Ante y después, utilizo la empresa publica Canal de Isabel II para enriquecerse a si mismo y a sus familiares directos mediante el cobro de comisiones por adjudicaciones de contratos y las operaciones fraudulentas del Canal en América.
El juez le imputa prevaricación, malversación, blanqueo y toda la letanía de la corrupción que en el futuro recibirán los escolares para describir una época sombría de la historia contemporánea de España. 
El juez investiga el saqueo de Gonzalez era sólo para él o servia también para financiar al PP. Hay dos explicaciones posible para la tolerancia, convivencia o complicidad de la dirección de los populares con sus corruptos. Una, que efectivamente ese dinero ilícito de fraude y la extorsión se podia organizar costosas campaña electorales y competir en los comicios bajo los efectos de tan oportuno dopaje. Otra que ni Esperanza Aguirre, ni por supuesto Mariano Rajoy conocián los manejos de sus subordinados. Es difícil de creer. En 2008 Rajoy, en una pelea interna, dijo en un comité ejecutivo del PP  que no admitía lecciones morales de alguien -Ignacio Gonzalez- sobre cuya conducta había serias dudas. Pero entre 2008 y 2017 no hizo nada por despejar esas dudas.
El PP no está estigmatizado porque en sus filas  haya numerosos corruptos, sino porque ni siquiera ha pedido perdón a la sociedad ni ha echo autocrítica como partido. Y sobre todo, porque no hizo nunca lo que Cifuente: denunciara ella misma a Gonzalez.

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