lunes, 20 de abril de 2015

NI IMPLACABLE NI IMPARCIAL

El ministro de Hacienda, ex presidente del Fondo Monetario Internacional y ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, es la nueva cabeza de turco del Gobierno para vender que es "implacable e imparcial" contra el fraude, en palabras del propio ejecutivo. La policía detuvo a Rato tras registrar su domicilio por orden de la Fiscalía de Madrid. Las investigaciones indica que Rato se acogió a la amnistía fiscal en 2012 y la Agencia Tributaria ha detectado contradicciones entre la fortuna declarada en 2012 y posterior de 2013. Esto ha provocado que se le incluya en la lista de sospechosos de blanqueo de capitales en la que figura ya ilustres como Luis Barcena y los Pujol.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dijo que la ley está "por encima de amigos y compañeros". Pero no nos llevemos engaños, la amnistía no ha sido precisamente ni "implacable" ni
"imparcial". Gracia a ella se regularizaron 40.000 de euros no declarados y el Estado solo recaudo
1.200. Mientras que un españolito de a pie tiene que soportar la mayor presión fiscal de Europa, los defraudadores pudieron legalizar su dinero negro pagando un 3% (ni siquiera un 10% al que obliga la ley). Así por mucho que el Gobierno sacrifique a Rato para mejorar su imagen, las cifras siguen
sugiriendo que precisamente la ley fue echa ex profeso por y para "amigos y compañeros".

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