Ricardo Blazquez seria en términos eclesiáticos, el clásico general chusquero que va ascendiendo tanto por méritos propios porque el mando lo promociona por el desempeño de las labores encomendadas y por que nunca ha planteado ninguna cuestión a sus superiores, todo lo contrario desempeño de una forma brillante todas las misiones encomendada por la jerarquia eclesiática,. Un moderado que no levanta las mas minimas ampolla en cada uno de los sectores, muchas veces antagónicos en cada uno de los sectores en los que se divide la iglesia en el país vasco. Ricardo blazquez , arzobispo de Valladolid, acaba de ser elegido nuevo presidente de la Conferencia Episcopal española (CEE) por un amplio margen, para suceder al cardenal Antonio Maria Rouco Varela. Los obispos han optado por un cambio suave por un personaje conocido.
El triunfo de la moderación. La iglesia española pone su reloj a la hora de Francisco sin trauma y dando una imagen de unidad interna. Por su parte, Carlos Osoro, arzobispo de Valencia, ha sido elegido el nuevo vicepresidente de la Conferencia Episcopal. El vicepresidente, según los estatutos de la CEE, no dispone de demasiada prerrogativas, pero se coloca destacado en la parrilla de salida, para optar a la sucesión de Blazquez dentro de tres años.
La lucha se centrara ahora en el Comité Ejecutivo y en la presidencia de las diversas comisiones epicospales. El comite ejecutivo es el órgano decisorio, el que realmente corta el bacalao y decide el rumbo concreto y diario de la iglesia española. En temas tan delicados como la gestión de sus medios de comunicación (Cope y 13 tv) o las relaciones con el gobierno de turno. Se conocieron en Salamanca, entablaron una profunda amistad y, desde entonce, nunca han roto, a pesar de los altibajos. Blazquez y Rouco son excelentes amigos. Tanto que Rouco promovio a Blazquez como su obispo auxiliar.
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