martes, 20 de enero de 2015

¿QUÉ PASA EN LA JUNTA?

El pasado fin de semana la presidenta de la Junta de Andalucía manifestó en una entrevista en un medio de comunicación nacional que no permitíria que cuatro mil camarada de Izquierda Unida, socios de gobierno como en ambiente gubernamentales se gusta decir colegas en difinitiva, no iban a primar en intención sobre el gobierno de Andalucía frente a los millones de andaluces.
Con estas declaraciones de intenciones, Susana Díaz abre a las puertas a lo que los rumores venían diciendo en cuanto a la posible rotura del pacto del gobierno de estos dos partidos (PSOE e IU). Creo que lo que todo dice la presidenta no va a saco roto y con esta declaración  le quiso marcar la linea muy clara a Maíllo en Andalucía  y a Garzón a nivel nacional. A partir de ahí , le falto decir a ver si tienen valor de plantear a votación  la continuidad o no con el pacto del gobierno. La situación se ve tensa. Con dos gobiernos en uno. No me equivoqué en su día cuando manifesté que este pacto no iba a prosperar ni iba a llegar a buen puerto porque el electorado de izquierda se reparte entre ambas formaciones (ahora con Podemos) y lo que beneficiase a unos restaría votos a los otros. Por tanto, se trataba de cuestión de tiempo, de manera visual para la ciudadanía, se rompiera la disciplina en el gobierno y cada cual fuera a lo suyo.
Hasta ahora esto ha funcionado precisamente por eso. Cada uno ha ido a lo suyo y no se ha metido en la parcela del otro. Esto ha traído importantes perjuicios porque hace que no goce de unidad la acción del gobierno.La actuación va por dos caminos distintos que, en muchos casos, como en lo de la Corralas van con intereses contrapuestos.
Ahi fue precisamente el gran encontronazo visible del gobierno de Andalucía. En ese momento se pudo observar como se pensaba distinto y como se tenían diferentes perspectivas a la hora de gobernar los intereses de los ciudadanos.
Ahí Susana perdió parte de su autoridad como presidenta de La Junta de Andalucía. No aprovechó el tirón que tenia tras su elección con mayoría absoluta incluso en las encuestas. No fue capaz de cortar por lo sano unos años que, a la larga, han venido a resultar en algunos temas una radiografía
de la inactividad. La otra perla es lo del Sáhara. Esa confrontación estéril por una visita en la que Andalucía no pinta nada. Podemos ser solidario con el Sáhara y demás pero ir a meter las narices en otro país no es de recibo y menos cuando eres una simple Comunidad Autónoma. ¿A que no nos gustaría que un gobernador de los Estados Unidos fuera a Gibraltar a hablar mal de los españoles? Pues eso pasa con el tema del Sáhara. No se puede comprometer el nombre de España y Andalucía con este tema y esto parece que Valderas no se entera.
Resulta curioso que este dirigente vaya a intentar arreglar estos países cuando tienen a Andalucía como la tienen. La región andaluza con mayor numero de parados. Sinceramente, me parece de cachondeo. Que arreglen primero mi tierra y luego se ponga a trabajar por el resto pero con los deberes bien hecho.

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