domingo, 1 de octubre de 2017

LOS NIÑOS BAJO EL PARAGUA

                                                      LOS NIÑOS BAJO EL PARAGUAS

Se rompe algo por dentro entre las agresiones que sufre nuestro patrimonio cultural. Desgraciadamente, hay ejemplo en Cádiz actos vandálicos inexplicable como el que destruyó, allá por la década de los sesentas, la fuente de los niños, de Mariano Benlliture, en la Alameda Apodaca,
o como las pintadas sobre la escultura de Gades de José Luis Vasallo en el Paseo Marítimo. Y es que atentar contra el arte no tiene sentido. Es como matar un ruiseñor o como quemar un libro: episodio de incultura de los que tenemos demasiado y malos ejemplos a lo largo de la historia.
En el caso de los niños bajo el paraguas, del Parque Genoves una de las fuentes mas entrañables de Cádiz, seguramente que el vandalismo tiene que ver con el desconocimiento de la obra en sí, que no es otro que relación imposible de dos adolescente que convivieron desde la infancia en medio de una naturaleza idílica. Pablo y Virginia así se llamaban los niños -sufrieron las consecuencias de una sociedad intolerante que no supo comprender la grandeza de sus sentimientos. Resulta curioso que después de mas de dos siglos en que Bernardin de Saint Pierre escribiera la novela homónima, los niños de nuestro Parque Genove sigan sufriendo la incomprensión de este caso de vandalismo, de unos poco inconscientes. La literatura, el arte, la música nos hacen mas libres y mejores personas. Atentar contra un monumento publico es hacerlo contra la cultura y contra la historia. Agredir el patrimonio es vulnerar nuestro propios intereses como ciudadanos.
Un día oímos decir a unos visitantes que admiraban el grupo escultórico de los niños bajo el paraguas "Ojala tuviésemos una fuente igual en nuestra ciudad".
Cádiz es también hermosa por su parque, sus monumentos. sus jardines que deben ser cuidadoy respaldado.

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