EL DESAFÍO INDEPENDENTISTA
Puigdemont se aferra a sus planes y pide mediación
- El presidente de la Generalitat reprocha al Rey que "ignore deliberadamente a millones de catalanes"
- Aunque el presidente de la Generalitat busca una mediación de la UE, sno deja dudas de asuaseas considera el referénasda
Puigdemont no cede. Sigue aferrado a sus planes y anoche volvió a insistir en que aplicará los resultados del referéndum independentista ilegal del pasado domingo. Veinticuatro horas después del discurso de Felipe VI, el presidente de la Generalitat pronunció el suyo sin el más mínimo cambio sobre sus posiciones ya archiconocidas y en la misma dirección que enfiló desde el momento en que tomó las riendas del procés.
Sin renunciar a sus objetivos, Puigdemont volvió a hacer un llamamiento a la mediación para resolver la crisis en Cataluña, la más grave de la democracia en España desde el intento de golpe de Estado del 23-F. Enarbolando sus planteamientos secesionistas, el jefe del Ejecutivo catalán proclamó que éste "no se desviará ni un milímetro del compromiso de paz y serenidad, pero a la vez de firmeza", al tiempo que reiteró su disposición a "emprender un proceso de mediación". Esta actitud entra en clara con tradicción con la afirmación que hizo a continuación, cuando anunció que "en los próximos días" las instituciones catalanas tendrán que "aplicar el resultado del referéndum" del 1-O suspendido por el Tribunal Constitucional.
Puigdemont dedicó parte de su discurso al Rey, al que se dirigió de forma directa."Así no. Con su decisión de ayer, usted decepcionó a mucha gente en Cataluña que lo aprecia y que lo ha ayudado en momentos difíciles de la institución. Gente que esperaba de usted otro tono y una apelación al diálogo y a la concordia", espetó al Monarca.
En una declaración institucional desde el salón Mare de Déu de Montserrat del Palau de la Generalitat, Puigdemont reprochó al Rey que se dirigiera "a una parte de la población" e ignorara "deliberadamente a los millones de catalanes que no pensamos como ellos" y a los catalanes que "han sido víctimas de una violencia policial que ha helado el corazón a medio mundo".
A juicio del presidente catalán, Felipe VI perdió ayer una oportunidad de dirigirse a todos los ciudadanos a quien debe la Corona y a los cuales debe el respeto porque así se lo encomienda la Constitución", que le "otorga un papel moderador que en ningún caso ha tenido" y que ayer -en su discurso del martes- "declinó con dureza". Puigdemont lamentó que el Rey "no haya tenido interés en conocer la opinión y la visión del gobierno de la Generalitat en ningún momento de esta crisis" y reprochó al Jefe del Estado que haya aceptado asumir "un rol inadecuado que sólo busca allanar las decisiones que el Gobierno español hace tiempo que estudia" a fin de "liquidar las aspiraciones de soberanía del pueblo catalán, unas aspiraciones que no duda en tratar como criminales e ilegítimas y contra las cuales usa recursos sin límite".
Puigdemonto arremetió contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que comete una "grave irresponsabilidad" al rechazar las "diversas propuestas" de mediación que han llegado en las últimas horas. Como ya planteó el pasado lunes, un día después de la jornada del 1-O, Puigdemont hizo hincapié en que "este momento pide mediación" y destacó que los ofrecimientos que están llegando "conocen de primera mano" su "disposición" a dialogar para que "este conflicto se encarrile desde la política y no desde la policía".
"Seguimos un camino democráticamente marcado por la voluntad de los ciudadanos, y esto en lugar de ser combatido debería comenzar a ser comprendido y a ser respetado", enfatizó el jefe del Govern. Puigdemont hizo un llamamiento a los catalanes a aislarse de "toda provocación" y "toda intención de violencia"
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