martes, 11 de septiembre de 2012

No habrá que olvidar a Olvido

Es un pais sorprendente, el nuestro. A veces en positivo, pero a veces, la sospresa es como un puñetaso en la cara que no tiene nada de agradable. Véase el revuelo que se ha armado con la consejala de Yébenes cuya vida privada fue expuesta en vivo y en directo, como resultado de dos factores. El primero, su ingenuidad al pensar que habia limites que otros no transgredirián aunque estubieran empeñado en hundirla. El segundo, la malicia y deshonestidad de quienes creyerón poder hundirla personal y politicamente extendiendo sus propias verguenzas y complejos al resto de la humanidad. ¿Dimitir? ¿Por haber sido victima de un delito? ¿Por la exhibición publica de un aspecto absolutamente privado de la vida de una persona, que ademas no tiene nada vergonzoso sino que responde a una necesidad absolutamente humana y natural? ¿Dimitir aqui, donde no dimite ni los perturbados que cometen delitos sexuales delante de trabajadoras a sus ordenes y son responsables politicos de primer orden? (y tardan mucho en ser expulsados de sus puestos). ¿Donde no tienen verguenza ni los que son capaces de robar a los mas debiles y vulnerables desviando subvenciones para comprar pisos de lujo? ¿Dimitir, que es un verbo que no se conjuga ni por los que mienten a conciencia para aligerar catástrofes aérea o ecologica o faltan al respeto publicamente a colegas de escaño a las que insultan por su aspecto fisico?. No habra que olvidar a Olvido porque seguro que, muy a pesar, ha provocado una reacción contundente y positiva que pone en su sitio la linea roja que nadie puede saltarse. JUANGAR

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