viernes, 4 de agosto de 2017

                                                           LA REVOLUCIÓN DIGITAL
                                                                          DEL TAXI

Uno de los grandes errores cometido por Zapatero fue la ley ómnibus, puesta en marcha por su gobierno durante el periodo comprendido entre 2009-2015, que se nos impuso limite algunos a la concepción de nuevas licencias VTC, sin antes  prever una sensata, progresiva y ordenada reforma del absoleto sector del TAXI.
Según la Comisión Europea (CE). España es uno de los estados miembros que se equivoca a la hora de poner límite a la expedición  de nuevas licencias, ya sea en el sector del TAXI  como en el controvertido colectivo de los VTC (coches de alquiler con conductor). Bruselas entiende esta restricción sobre el transporte perjudica al interés general, por afectar al precio y a la calidad  que las licencias del servicio, concluyendo que las licencias de Taxi y las VTC deben expedirse, sin limitación alguna,a todos los solicitantes que cumpla con los requisitos establecido por la legislación.
Tanta culpa tuvo entonces Zapatero como responsable es el actual ministro de Fomento Iñigo  de la Serna, quien  quien se empeña hoy en echar balones  fuera. El creciente conflcitivo entre Taxi  y el colectivo VTC no debe se ser nada baladí  para plítico bienqueda - ya sea del PP, ya sea del PSOE -, mas preocupado por general rentabililidad electoral  con medidas populista- salvo Cristobal Montoro - que de ocuparse en meter las tijeras para reformar lo que no funciona. Que Bruselas quiera que los países miembros modernicen  su arcaico modo de regular el transporte público es entendible hasta cierto punto, pero si no se acomete antes una completa  y profunda reforma del sector  la valiente liberalización que se propone será mucho mas perjudicial que la propia limitación. En el caso de España, el exceso de autorización  VTC, frente a las del taxi , supone una sobre oferta de tal alcance que su impacto está siendo tremendamente negativo. Ni ha servido para mejorar la calidad, ni tampoco para bajar el precio del servicio. Si para hacer crecer como la espuma  la tendencia especulativa. Las VTC se han llegado a vender por 30.000 , cuando expedirla soló cuesta 30 euros. Un precio muy inferior  al necesario para lograr la licencia de taxi: todo un agravio que favorece la competencia desleal.
Si el ministro de Fomento no lleva pronto  al Congreso una ley urgente que facilite la retirada controlada de licencias VTC, hasta recuperar la ratio 1/30- una VTC por cada 30 licencias de taxis-, las familias que dependen de las 70.223 licencias de taxi, que actualmente hay concedida  verán como su economía se resiste aún más de lo que ya está Soy firme defensor de fomentar la competitividad, pero, sin liberalización del numerus clausus  de licencias sólo servirá para hiperatomizar el pastel y repartir entre muchas mas bocas porciones muchas mas pequeñas. Casi con toda mas seguridad, tomar estas medidas significará  la ruina de los autónomos del taxi, después  de haberse endeudado hasta las cejas para obtener la licencia. 
que hoy nos estas poniendo patas arriba el cotidiano paradigma del transporte de pasajeros.
Según  la CE, las aplicaciones (app) de los smartphone son todo ventaja para los usuarios. Representan un avance  tecnológico tal que corrige  a favor del pasajero la escasez de información del sistema clásico de licencias. Hasta, ahora, el cliente nada conocía del proveedor del servicio,en este caso del taxista. Por tanto, se considera evidente  que esta evolución digital debe de ser promovida y no restringida. Si finalmente España cediera,el gobierno no tendría que declarar nula todas las licencias  concedidas , tanto las de los taxis  como las VTC. Compensar  al solicitante  con la devolución integral del importe cuyo valor debe ser el del origen de la licencia  y no del mercado secundario. Si bien seria conveniente convocar un pacto por el transporte en el que se pudiera dar cabida a todos los agentes implicados en el sector del transporte de pasajero.
En el Parlamento Europeo  donde los diputados españoles tienen que batirse el cobre para defender los intereses nacionales, a la vez que el gobierno español debe ser mas previsor y acometer las reformas pendiente a fin de evitar  un caos como el reciente de la estiba



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