El pasado julio se cumplieron 36 años de la muerte del gran poligrafo José Maria Peman. Hacemos justicia si lo rescatamos del olvido. Su pensamiento, su talante liberal, su alta talla intelectual, su poética y su capacidad periodistica no merecen otra cosa que el recuerdo y constatación de su gloriosa literaria. Al licenciado en Derecho surgió el orador más completo. Al ensayista, el mas juicioso y chispeante. Al novelista, la sociabilidad más cotidiana. Fue noble militante de la amistad.
Ejerciente generoso. Limpio y ecuánime. En el año 74 en aquel Cádiz marítimo un buque, un buque llevó en su amura su nombre, me toco a mi ofrecer el acto con unas palabras. Contestó agradecido
Pemán con su natural gracejo. A la vera del varadero su familia toda y la satisfacción del pueblo gaditano. !cuánta alegría sustentó el acto ! Con su muerte, algo, mucho se perdió. se perderá mucho tiempo en nacer, si es que nace (en palabra de lorca por otros personajes grandioso) un gaditano mejor porte o de más alto rango.
Toda vía recuerdo el fuerte levantame que quiso asisteir a su entierro.
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