domingo, 26 de marzo de 2017

                                                 DOS AÑOS EN LO QUE SE DEFINIRÁ
                                                          EL FUTURO DELA UE

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May ya ha anunciado que el próximo 29 de marzo activará el articulo 50 del Tratadob de Lisbo para que su país abandone la Unión Europea (UE). 
Es decir, que se iniciarán  las conversaciones para que, en dos años como muy tarde, se consume el Brexit votado - guste o no - por la mayoría del pueblo británico en el referéndum del pasado 23 de junio de 2016 . No  hay que ser muy perspicace para convenir que los próximos 24 meses serán de vital importancia no solo para el futuro de la UE - un proyecto que, justo ahora cumple 60 años -, sino también para el Reino Unido, un país que nunca se sintió moralmente europeo y que si militó una época en filas de la UE  fue mas por los beneficios económicos que por su propia convicción.
Respecto al Reino Unido hay voces que vaticinan que, tras Brexit vivirá un nuevo explendor  imperial gracias a las conexiones con su antiguas colonias  y su emancipación  de la " dictadura burocrática"
de Bruselas. Sin embargo, también puede ocurrir  lo contrario y convertirse en un callejón sin salida que los arruines económicamente  y lo quiebre territorialmente. De hecho el Gobierno de Escocia ya
se ha apresurado a pedir un nuevo referédum  de autodeterminación.
Por su parte la UE también iniciara un periodo en el que encontrara tantos peligros como oportunidades. La consumación del Brexit,  si se refiere al triunfo en Francia de la extrema derecha euroescéptica y a la ruptura  del eje Franco - Alemán, puede suponer el final de la Comunidad Europea tal como lo concebimos hasta la fecha. Pero también es cierto que el proceso le quita  a Europa un socio que muchas veces  actuaba mas como un freno que como un apoyo. Si los países con mas peso de la UE consigue superar  este incierto periodo de negociaciones  unidos  y con un proyecto de futuro, podremos decir que la Unión Europea se consolidará  como uno de los bloques internacionales que habrá  que seguir teniendo en cuenta en el equilibrio económico y  geoestratégico de los próximos tiempos.
En cualquier caso, ambos bloques, el Reino Unido y la UE deberán de hacer esfuerzo  por culminar las negociaciones  con sentido común  y pragmatismo, intentando salvaguardar en lo posible una relación que aún puede seguir dando bastantes beneficios  pese al  Brexit. Un ejemplo claro de esta necesidad  lo tenemos en Gibraltar, una de las incógnitas que habrá que despejar  durante estos dos años. 
El Brexit, en este sentido, es una oportunidad inmejorable para solucionar el contencioso.

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