viernes, 31 de marzo de 2017

SUSANA JUEGA A LA "CHAMPIONS"





CINCO LLAGAS

Susana juega la 'Champions'

  • Incompatible. La oposición en su conjunto, excepto Ciudadanos, carga contra el doble casco de Díaz, presidenta en jornadas laborables y candidata a las primarias en fin de semana

Susana Díaz, ayer durante una de sus intervenciones en el Parlamento, junto a los consejeros Manuel Jiménez Barrios y Antonio Ramírez de Arellano.Susana Díaz, ayer durante una de sus intervenciones en el Parlamento, junto a los consejeros Manuel Jiménez Barrios y Antonio Ramírez de Arellano.
Susana Díaz, ayer durante una de sus intervenciones en el Parlamento, junto a los consejeros Manuel Jiménez Barrios y Antonio Ramírez de Arellano. PEPO HERRERA / EFE

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A Susana Díaz le pasa ahora como de tradición al Real Madrid o al Barcelona. Que tendrá que jugar los fines de semana y en días laborables. Ella, al revés: champions nacional los weekends y Liga regional entre semana. Ayer jugó la Liga andaluza en Las Cinco Llagas. Su afición la recibió con elevado entusiasmo y los adversarios, de uñas; todos enfadados porque juegue en dos campeonatos. ¿Todos? No. Juan Marín de Ciudadanos fue el único que no aludió a su presunta incompatibilidad entre defender los intereses de Andalucía y querer granjearse el favor votantes socialistas de las primarias en todas las tierras de España. Es curioso, que a todos les convenga que Díaz gane y no sea la próxima candidata del PSOE en las autonómicas, sustituida por alguien de menos peso, pero se lamenten con lágrimas de cocodrilo de su doble condición de competidora en esa Champions y en esta Liga.
En este escenario los oradores no buscan inclinar a su favor un solo voto. Aquí de lo que se trata es de reafirmar los liderazgos entre la parroquia propia. Moreno es el que más lo necesita, porque sería el beneficiario de un hipotético cambio de bandera en San Telmo. Pero no se centra en los problemas. Empezó hablando del paro y terminó hablando, como Umbral, "de su libro". El libro de Juanma es el impuesto de sucesiones y donaciones, el único triunfo del PP en décadas sobre el gobierno socialista de Andalucía. Una batalla ganada ante la opinión pública, de la que presume sin pausa. Le preguntó a la presidenta cuánto ha costado la campaña institucional sobre el simulador del impuesto que ha puesto en marcha la Junta. Y Susana le contestó que pocos minutos antes la consejera de Hacienda ya había respondido a esa misma pregunta, que se informase. La consejera Montero, que es buena parlamentaria, muy desenvuelta sin papeles -al contrario que el titular de Salud-, estuvo estupenda en su contestación. Pero en realidad no dijo cuánto había costado la publicidad. Le dio una larga cambiada: ya lo pondrá el portal de transparencia.
Díaz también dio muestras de su capacidad parlamentaria al eludir el asunto del paro. Le sacó una cuestión que se había traído ex profeso de casa y lo enceló. Fue lo que se dice una pulla. El miércoles en RNE Moreno había dicho que Díaz una líder muy sólida y muy consolidada y ella lo usó en el pleno para decirle que estará muy tranquila mientras él esté al frente del PP andaluz, porque eso garantiza un gobierno socialista en Andalucía durante mucho tiempo. Moreno da pistas al adversario: en esa entrevista reconoció que José María Aznar fue durante un tiempo líder nacional de su partido y presidente de Castilla León.
En todo caso, la alusión a su escaso liderazgo enfadó al jefe de los populares, que acusó a Díaz de maleducada y zafia, de no tener altura, de no ser capaz de controlarse. Y de estar sin estar. Completado el desahogo volvió a hablar de su tema favorito: el impuesto de donaciones y sucesiones. Bien hilvanado; se lo había traído escrito también de casa: le preguntó si en su gira nacional (en la Champions) le pensaba decir a Ximo Puig, a Page o a Armengol que suban este impuesto "porque beneficia a los millonarios". En este campo Bonilla lo borda. Dice millonarios donde Díaz habla de ricos.
También habló de paro Juan Marín, aunque él fue más persistente. Incluso ayer hizo un intento de parecer menos blando que de costumbre. Habló de exigir medidas urgentes para luchar contra el paro e incluso llegó a pronunciar una frase que de otros labios habría sido recibida con disgusto y represalia dialéctica: la paciencia tiene limites. Pero la presidenta mima a su socio y le dijo con extrema consideración que su paciencia no le rebosará. El aserto se cumplirá, seguro: el jefe de Ciudadanos es lo más parecido al santo Job que imaginarse pueda. Por lo demás, ambos presumieron del cumplimiento de más de la mitad de su pacto de legislatura. Díaz añadió que para ella no habían sido lentejas. Él se lamentó de la situación de los 900.000 andaluces desempleados y apartados de la felicidad. Y Susana aprovechó para meter otro rejón al PP: "Desde la infame reforma laboral de la derecha, el trabajo no da la felicidad", en referencia a la precariedad laboral.
El profesor Maíllo tiende a ser generalista y ayer que preguntaba por la fiscalidad se entretuvo como aperitivo hablando de banca pública, ley agraria o la renta básica, para terminar reprochando al Gobierno andaluz los agujeros fiscales que hace presionado por Ciudadanos y el PP. La presidenta le contestó que su modelo fiscal es progresivo, justo y solidario. Palabras que no se concretan, según el portavoz de IU. Su aserto recordaba una frase lapidaria del hispanista Richard Ford, de hace más de siglo y medio: "Palabras, palabras, palabras… La maldición de la pobre España son esas Juntas o Cortes en donde se habla de las cosas en lugar de hacerlas". A Maíllo no le gusta que bajen impuestos y el PP quiere lo contrario, lo que permitió por dos veces a Díaz presumir de estar en el centro, aunque no pronunciase esa palabra precisa.
Pero la gran agarrada de la sesión de control fue con Teresa Rodríguez. Arrancó, contra su costumbre, la jefa de Podemos con un ritmo lento, que le hizo perder vigor a su discurso. Acusó a Díaz de incapacidad espiritual para llevar el gobierno de Andalucía y la Secretaría nacional de su partido. Y se inventó un eslogan oportuno, con el lema de campaña de Díaz en las primarias. "Usted tiene que empeñarse 100% en nuestra tierra". No fue la única, también lo hizo Juanma, pero Teresa fue la más hiriente al reprochar a Susana utilizar recursos de la Junta para su campaña de las primarias, al menos en recursos humanos. Díaz había ironizado sobre la presencia en una entrevista de la COPE de Gómez de Celis, portavoz de Sánchez y director gerente de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía, en horario laboral. Y Rodríguez sacó una lista de cargos y asesores de la Administración andaluza que habían hecho campaña por la presidenta en las mismas circunstancias. Susana le contestó trabajaba cuatro veces más que ella. Y le faltó: le dijo varias veces que era cortita. Y aludió a Podemos, y antes a IU, como "la izquierda inútil".
La pregunta del portavoz del PSOE a la presidenta fue como de costumbre un ataque al PP. De control al Gobierno central. Y de ataque generalizado a los portavoces de la oposición: dijo que detectaba muchos nervios, mucha ansiedad, que se les veía el plumero. Mario Jiménez hace de la arrogancia una de las bellas artes. Pero tuvo su gracia. El árbitro de las primarias haciendo una defensa cerrada de la gestión del Gobierno andaluz, gracias al cual los pueblos están vivos. El árbitro, defendiendo a un contendiente. Hasta en eso se parece Susana al Real Madrid, ahora que ambos juegan la Champions.

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