viernes, 12 de abril de 2013

VIVIENDAS PARA TODOStreme

Era inevitable que una normativa como la aprobada por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucia, viera la luz. Una norma que otorgara que las viviendas no puedan dormir en el sueño de los justos, era de cajón que iba a ser aprobada por el Gobierno de Griñán y Valderas. Ahora bien. ¿Es licito, desde el punto de vista del Derecho, aprobar normativas de tal calado? Las respuestas son de una diversa indole. En primer lugar nos encontramos con la necesidad de acercar el Derecho a la Justicia. Hasta ahora, en el ambito de la vivienda, nos encontramos con situaciones tremendamente injusta avalada por lo que el Derecho positivo regular. Y, en base a ello, esta normativa vendrá, dado su carácter social, a dar un poco de JUSTICIA a las jentes que no pueden aceder al derecho constitucional de una vivienda digna pero, en condiciones economicamente factibles. Ahora bien ¿sera apicable practicamente? Creo que poco
y lo digo porque en juego estan los intereses economicos de los poderosos bancos. En el momento que se plantee una aqctuación sobre los intereses particulares y financiero
(y la propia aprobación del Decreto lo es ya de por sí) se pondra en marcha los resortes del Estado de Derecho, y con lo que cuenta por ser economicamente muy poderoso, para paralizar dichas acciones. O mucho me equivoco tendrá numerosos recursos de inconstitucionalidad por a quien no les interesa que vaya para adelante. El problema que la ciudadania verá una vez mas, frustada sus expectativas de solución  a este mas que grave problema. No entenderá que no se puede aplicar y, como sera fruto de las diversas resoluciones judiciales, se agrandará el divorcio entre sociedad y las instituciones publicas de este pais. Si ya no se cree en la justicia, a partir de ese momento todavia menos. La normativa me gusta, toca los recortes que tienen que toca pero como. Don Quijote, creo que desgraciadamente se va a topar con molinos de viento. Por ultimo, solo veo un pero: no han contado con la participación de las organizaciones de consumidores y usuario que a diario bregamos con los problemas que trata de resolver y eso, desde el punto de vista formal y material, origina falta de visión constructiva de los problemas. Los problemas no se pueden arreglar desde los despachos sino desde la calle y, en este caso, se ha echado en falta esa participación que IU siempre ha reclamado y está pregonando desde el Gobierno Andalucia. Este
debe de ser un tanto a marcar por toda la sociedad, no solo por algunos

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