jueves, 18 de octubre de 2012

¿EN QUE PARAREMOS?

Hemos sido, somos y me temo que seguiremos siendo ciego ante los problemas humanos. Cuando leo que cada vez hay mas ricos, digamos multimillonarios porque hablar sólo de ricos podriamos confundirles con aquellos que tienen otra riqueza, incompatible con la de los adinerados cuyo bien lo cifran en el bienestar, y que un dia lei lo que ocurre cuando pierden ese "logro". La mayor desgracia. La fastuosidad es algo ofensivo en esta epoca de desigualdades, y mas aun el afan por poseer en mayor cantidad. Como si de colecionista de millones se tratara. Cuando hablamos de crisis, ¿alguien ha pensado en las distribuciones de las riquezas, en la mala distribución de las mismas? ¿se tiene en cuenta la dignidad de la persona?. No me tranquiliza la fotografia de ONG y de sus patrocinadores. A veces me intranquiliza tanto como ver echar moneda de cobre en una colecta y, cada cual haga lo que quiera, ver tomarse los aperitivos despues. Hace falta inteligencia comprometida que no piensa en el aplauso de la gente y si que hagan lo que hay que hacer por el bien de las personas, extensible a la mayor gente posible. Su recompensa del bien hacer seaá el buen aroma de la felicidad compartida. ¿Doy?. ¿Acepta?. Hemos conseguido no un bienestar vociferante exigente, intrasigente y siempre insatifecho por insaciable. Podemos llegar a ser, practicar el bien el bien con la satifaccion de compartir. Mucho hacer o mucho tener, el final sera identico. Sin nada nacemos y nada nos llevamos. Somos un punto irrepetible en la historia del tiempo, pero un encuentro con quien se hizo hombre por nosotros. Por unos y por otros. Esta en cada cual valorar la importancia de ese encuentro con la eternidad que se hizo historia

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