GRAN HERMANO DE LA POLÍTICA

                                                          Gran hermano, de la política

Gran hermano, el reallity de  Guadalix y Fuencarral acusa al desgaste de de un largo ciclo coronado las audiencias de televisión. Algo así, pero  que afectan a Cataluña, que han logrado consolidar las cifras mas alta de su historia.
Cambiamos a os concurasantes por los manifestantes,    que se nos repiten a diario todos los pogramas de esta televisión genera lista pero volcada en la actualidad política Nos hemos nos hemosdesde hace un mes. Nos hemos familarizados con la chica del con la chica del dechica del dedo roto,los policía de pineda,  del cantante de seta de la Guardia o el ir o venir de Sora. puidemongnes y junquera, Actuan antes las camaras como ,hacen los personajes de Gh de telecinco, aunque su degaste es menor y sus interés se multiplca por momentos.Casi podrian hace rautoporo basada en los previsibles comportamientos de cada uno de ellos. ¿volvera, Pedro Sanchez a primera linea a primera Linea? ¿contestara Soraya los ataques del PSOE? sobre los compot en el formato granhrrmano para que todo gire de los políticos también participantes de los debates sobrede los comportaqmienton realizado y y los y los previsiblle quetendra los personajes.
E personaje es transversal a todas las teles. Aunque lo verdaderamente importante es el publico, comentaba avezada. El publico ha dado el comentarista gran salto adelante de la modernidad: la vida en directo ha pasado del plato a la calle, del escenario a la institución, y as en vivo asistimos a la evolución politica nacional nacional en su mayor crisis.
¿Antes de caer el regimen del 78 caerán Gran Hermano? Es posible, aunque más bien se ha transformado, ha saltado de canal y se ha instalado en la parrilla de las demás con personajes nuevas situaciones. De momento ese es el formato; el siguiente paso sera su conversión en culebrón , con centenares de capítulos diario y una audiencia atrapada con los ojos saltones. Al fin y al cabo esa es la estrategia de Puigdemont con el procés : un disparate continuo y sin salida.